12/3/19

#MUJERES2019: Florence Nightingale

Buen martes lectores. volvió la tormenta y pasamos la mitad de la iniciativa #MUJERES2019. Hoy toca hablar de una de las mujeres que ha cambiado mucho en lo que toca la salud. Desde la forma de la atención al paciente, la profesionalización de la enfermería e inclusive, la prevención de las enfermedades.



Florence Nightingale (Italia, 1820-1910) creció en Derbyshire (Inglaterra) y recibió una completa educación clásica de su padre. En 1849 viajó al extranjero para estudiar el sistema hospitalario europeo, y en 1850 empezó los estudios de enfermería en el Instituto San Vicente de Paúl en Alejandría, Egipto. A continuación estudió en el Instituto para Diaconas Protestantes de Kaiserswerth, Alemania. En 1853 fue nombrada directora del Hospital para Damas Inválidas de Londres.

Tras el estallido de la guerra de Crimea, en 1854 Nightingale, conmovida por los informes sobre las deficientes condiciones sanitarias y la falta de medios en el gran hospital de barracones de Üsküdar (hoy parte de Estambul, Turquía), envió una carta al secretario de la Guerra británico, ofreciendo de forma voluntaria sus servicios en Crimea. Al mismo tiempo, y sin tener conocimiento de esta iniciativa, el ministro de la Guerra propuso que asumiera la dirección de todas las tareas de enfermería en el frente. Nightingale emprendió viaje hacia Üsküdar acompañada de 38 enfermeras. Bajo su supervisión se crearon departamentos de enfermería eficaces en Üsküdar y más tarde en Balaklava, Crimea. Gracias a sus denodados e incansables esfuerzos, la tasa de mortalidad entre los enfermos y los heridos se redujo en gran medida.

Al finalizar la guerra en 1860, con un fondo recolectado como tributo a sus servicios, Nightingale fundó la Escuela y Hogar para Enfermeras Nightingale en el Hospital St. Thomas de Londres. La inauguración de esta escuela marca el inicio de la formación profesional en el campo de la enfermería.

Las contribuciones de Florence Nightingale a la evolución de la enfermería como profesión fueron inestimables. Antes de que emprendiera sus reformas, las enfermeras eran en gran medida personal no cualificado que consideraba su trabajo una tarea servil; gracias a sus esfuerzos, la enfermería pasó a ser considerada una profesión médica con un elevado grado de formación e importantes responsabilidades. Recibió multitud de honores de gobiernos extranjeros y en 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden del Mérito. Murió en Londres el 13 de agosto de 1910. Entre sus escritos destaca Notas sobre enfermería: qué es y qué no es (1860), el primer libro de texto para enfermeras, que fue traducido a multitud de idiomas. 

Como he venido diciendo al final de estas entradas, los invito a dejar sus comentarios y nos estamos leyendo en la próxima entrada.

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