Último viernes de septiembre, ¡como pasa el tiempo! Ya un mes blogeando. Para celebrarlo, traigo una anécdota.
En el día de ayer, el youtuber dueño del canal La Red de Mario, hizo un vlog contando una experiencia sobre equivocarse al enviar un curriculum vitae. Una anécdota muy graciosa. Al final del vídeo propone a sus followers contar una propia. A continuación transcribo la mía, que creo que puede servir para aquellos que tengan una entrevista en el sector IT.
Una vez, hace un par de años atrás, una empresa importante en mi país en el rubro IT, abre vacantes para su departamento técnico. Una era como técnico y otra para jefe dicho departamento. Me postulo para técnico. Recibo el llamado de presentarme tal día para una prueba. Llegado el día, en una empresa de recursos humanos, éramos unos 100 entre técnicos y licenciados en informática para dar la prueba. Esta fue igual tanto para los que postulábamos para técnicos como para los que lo hacían de jefe. El contenido versaba desde hacer conversiones de unidades (bytes, megas, gigas…), hasta como configurar un active directory en servidores NT. Nada del otro mundo pensé yo. Pero luego de una hora, tras la corrección, varios quedaron descartados por no saber la diferencia entre tipos de memorias o como configurar una base de datos. Por suerte yo había pasado a la siguiente fase de la selección. Tocaba una dinámica de grupo. Tuvimos que expresar nuestras fortalezas, por qué debían de contratarnos, etc. Después de que los seleccionadores y uno de los dueños de la empresa nos escucharan, eligen los que pasarían a la última instancia. Sin muchas esperanzas al ver como eliminaban a los otros participantes, quedamos solo dos. Habíamos sido los elegidos. Y aquí viene lo primero (o segundo) a destacar. Para el puesto de técnico nadie calificaba. Yo quede con cara de no entender. Resulta que termine elegido para la vacante de jefe de departamento. No salía de mi asombro, más al enterarme que el otro elegido era un licenciado en informática. Bueno, para no extenderme mucho más, la tercera parte de la selección consto de un caso práctico. El dueño de la empresa plantea que ingresa un equipo a reparar con ciertos síntomas y cómo lo resolveríamos. Aplique todos mis conocimientos. Aborde todos los posibles causantes y soluciones para cada uno. Con un bien, asintió el dueño la empresa. Le toco el turno al licenciado. Muy suelto de cuerpo dice que ese equipo ya no sirve para nada, que hay que venderle uno nuevo al cliente. Una sonrisa extrema se plasmo en la cara del empresario. Cinco minutos de espera tras decirnos que analizarían nuestras respuestas, nos informan el veredicto. El elegido no fui yo. Aunque fui correcto en el proceder, no era lo que buscaban dicen. Por tanto se puede deducir lo que si buscaban. Con medio día perdido en la selección, volví a mi casa con la siguiente moraleja: no le repares el equipo al cliente, véndele uno nuevo.
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